
“Disrupción” es el nombre del juego del inversor ángel. Lo mejor que le puede suceder es tener en sus cartas empresas que ofrezcan oportunidades de inversión con equipos que tengan la capacidad de transformar la industria en la que actúan.
Invertir en empresas con potencial para transformar una industria es una decisión mucho más riesgosa que ubicar el capital en startups cuyo producto y modelo de negocio está consolidado.
No obstante, si el equipo emprendedor logra modificar la industria, generando cambios en el hábito de consumo de los usuarios, se generan valuaciones multimillonarias en tiempos impensables para negocios tradicionales.
Hoy la oportunidad para transformar –al menos- la industria vinculada a las finanzas a través de la tecnología apunta al Bitcoin.
Bitcoin es una criptomoneda, la primera, y quizás la única, que logró concentrar suficiente masa crítica de usuarios y superó el tipping point del cual no hay vuelta atrás.
Se trata de un bien virtual que no cuenta con una entidad financiera que lo emita su tráfico está controlado por la propia comunidad. Algo que puede sonar utópico para unos y disruptivo para otros. El caso del Bitcoin es ideal para para identificar la oportunidad de inversión para inversores ángeles.
El estatus actual de las criptomonedas me recuerda al comienzo de Internet. La divisa virtual guarda similitudes con TCP/IP , el protocolo sobre el cual está armada la red y que si bien no es el negocio en sí mismo, si lo son los modelos de negocio que se diseñan sobre él.
En la primera etapa de Internet, los modelos eran los básicos: brindar conexión (ISP) , creación de sitios o dar servicios de e-commerce para terceros.
Hoy los primeros negocios basados en tecnología Bitcoin son los obvios de una industria incipiente: gateways de pagos, transferencias de remesas y billeteras electrónicas , entre otras.
Tanto en el momento que arrancó Internet como ahora que nace el mercado Bitcoin, es casi imposible imaginar cuáles serán los modelos que funcionarán. Pocos podían imaginar a Google, Twitter y Facebook tal y como los usamos ahora.
Será vano todo esfuerzo para predecir cómo la criptomoneda va a cambiar el mundo, pero los factores y avances que tenemos ahora sí nos dejan prever que quienes inviertan en el mediano y largo plazo en este mercado incipiente, tienen la oportunidad e subirse a una ola que se ve una vez cada 20 años.
El entusiasmo no nos debe llevar a crear espejismos. Es usual que la percepción de la adopción de los cambios tecnológicos sea sobreestimada en el corto plazo y subestimada en el largo plazo, tal y como sucedió con el dotcom boom, los celulares y la energía solar.
Los ritmos de adopción, de creación de productos y de desarrollo de mercado también forman parte de la estrategia del inversor ángel.
Hay que saber leer la curva de la disrupción. Invertir en estados incipientes para salir de la inversión en el pico de la disrupción. Invertir en estado incipiente para salir de la inversión en el pico de la sobreestimación, para luego, si hay la oportunidad, volver a recomprar participaciones durante la baja o decepción del mercado del mediano plazo, para finalmente capturar el valor del largo plazo. Ese es el circuito.
¿ Es la Argentina un buen lugar para pensar en la industria global del Bitcoin? Pienso que sí y que esta posibilidad es mucho más cercana de lo que se puede creer. Algunas de las razones:
- La sociedad argentina ha experimentado fuertes cambios de políticas monetarias. Estas experiencias hacen del mercado local un lugar idóneo para incursionar con Bitcoins y modelos de negocios asociados.
- El ecosistema emprendedor es uno de los más desarrollado dela región, producto entre otras cosas de haberse metido de lleno en la primera ola de Internet. No es casualidad, entonces que de los 300 startups más importantes de América Latina, 250 sean argentinos. Hay un know-how desarrollado.
- La Argentina tiene la mayor penetración de Bitcoins per cápita. Brasil es uno delos países que mayor cantidad de Bitcoins tienen, pero aquí la concentración es mayor.
- La combinación de emprendedores, factores sociales y culturales en un ecosistema sólido, creará una ventaja competitiva. Es el caldo de cultivo ideal para que surja la innovación colectiva.
- Desde ya en EE. UU. Se libra la batalla por el liderazgo en las inversiones en empresas basadas en Bitcoins , invirtiendo más de US$ 30 millones.
Es así que tenemos la oportunidad de invertir en compañías que están listas para tomar la nueva gran ola. Después no digas que no te avisamos.